Amaia Arenaza: "Entra al vestidor y disfruta"
- mariahuelgagomez
- 28 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Amaia Arenaza (52) es la dueña de una pequeña tienda de moda femenina situada en la localidad de Bermeo (Bizkaia). Su gusto por la moda y su afán por asesorar, la impulsaron hace tres años hacia la apertura de la acogedora Kilima, un lugar agradable y familiar. Se define a sí misma como emprendedora, diferenciándose del resto por huir de lo convencional y apostar por lo atrevido.

¿De donde nace la decisión de abrir una tienda de ropa femenina?
Anteriormente me dedicaba a la decoración. Eso supone que, de alguna manera, siempre me ha gustado la belleza. No tiene porque ser en prendas, la moda está en muchos sitios. Además, la decoración siempre ha estado ligada a la moda; en colores, volúmenes, formas…
En la anterior crisis fui una de las perjudicadas. Decidí tomarme el primer año de paro como un descanso, necesitaba un tiempo para mí. Acabado ese periodo, opté por enfocar lo que me quedaba de vida laboral en algo. Soy una persona trabajadora, emprendedora, y la moda me gusta.
¿Tuviste alguna dificultad al comenzar con la tienda?
Comenzar con la tienda fue muy duro, porque los primeros cuatro meses los pasé en el hospital con mi madre. Hubo momentos en los que tuve que parar la obra, llamar a las casas para que me atrasasen los pedidos, o incluso días en los que llegaba a casa a las diez de la noche después de un día agotador… Fue muy complejo. Arranqué la tienda con muchas dificultades, pero aún así, hemos ido dándole forma. Y creo que esto va a ir a mejor.
¿Cómo escogiste el nombre de la tienda? ¿Qué significa?

Mi idea principal en cuanto al nombre cuando empecé el proyecto, fue “B52”. Es un grupo de música que yo misma escuchaba en los años 80. Luego, me comentaron que sería una buena idea apostar por un nombre en euskera. Les encomendé la tarea a mi hija Maria y a mi sobrina Iraide, pero con dos condiciones; la primera, que contuviera la letra “K”, y la segunda, que aportara un toque dulce. Así nació Kilima; que significa “un cosquilleo”.
¿Cómo eliges las prendas que vas a vender?
El proceso de compra siempre es el mismo. En primer lugar, me envían los lookbooks que suelo pedir con antelación; no me gusta llegar a un showroom y no saber lo que voy a ver. Después, en el showroom, me lo pruebo todo. Si vienen Maria e Iraide conmigo, cada una elegimos nuestras prendas. Como somos tres personas de edades distintas, cuerpos distintos y mentes distintas, creo que complementamos muy bien. Además, las tres tenemos un estilo muy marcado, huimos de lo convencional y nos gusta ser diferentes.
En torno a ese proceso de selección, ¿has notado algún inconveniente con el Covid-19?
No he podido asistir a todos los showrooms, y muchas de las compras las he tenido que realizar por ordenador. Cuando compro productos de casas con las que llevo varias campañas trabajando, resulta más fácil, ya que conozco por donde se mueven. Pero si se trata de casas con las que he trabajado en pocas, o en ninguna ocasión, se me hace un poco más difícil.
¿Cuál sería el tipo de mujer en la que te basas para elegir las prendas?
Me baso en una mujer totalmente independiente, que busque identidad, y que no le gusten las calcas. No comparto que un mismo look sirva para dos mujeres totalmente distintas. Tu estilo es el tuyo, y refleja tu personalidad, tu perfil… Define a dónde vas.
¿Cómo definirías el estilo de ropa que vendes?
Creo que incorporo muchos estilos. Por un lado, incluyo lo que se ve en la calle, es decir, la moda; la moda es lo que pasa de moda. Aún así, siempre apuesto por reunir otros estilos, uno muy relajado, otro muy marcado, también un estilo danés…
Por lo tanto, ¿dirías que tienes en cuenta distintos estilos a la hora de seleccionar la ropa?
Si, es muy importante. Cuando compro para mi, solo tengo en cuenta mi estilo. Teniendo una tienda, aún sigo comprando lo que me gusta, pero también pienso en otras mujeres y en otros estilos. No puedo comprar para mí, ni para mi cuerpo, ni para mi forma de vida. El escaparate de la tienda es muy amplio.
¿Cuál es la parte de tu trabajo que más te apasiona?
La parte más bonita es asesorar, el contacto con el cliente. Cuando las personas entran a la tienda, siempre les digo: “entra al vestidor y disfruta”. Y normalmente, han repetido, se han divertido mucho. Creo que además es lo que la gente necesita.
¿Promueves la tienda por alguna red social? ¿Qué contenido publicas?
Sobre todo por Instagram. La mayoría de las veces publico nuevas llegadas, pero de vez en cuando, publico cosas que me apetecen. Está semana, por ejemplo, he publicado una foto de Greta Garbo con una boina en los años 30. Me pareció increíble, son boinas que traigo a la tienda año tras año.
¿Crees que es importante promover la tienda por las redes?
Pues me he dado cuenta de que hoy en día es bastante importante. Son otro escaparate más. Además, hay mucha gente que me manda un mensaje, me llama para preguntar si quedan tallas de algún artículo, o simplemente me piden que les reserve algo. Me pasa mucho, y me sirve de gran ayuda.
¿Tienes alguna persona que te ayude en tu trabajo? ¿Cómo colabora?
Mi equipo son mi hija Maria y mi sobrina Iraide. Son imprescindibles. Maria me ayuda mucho con las redes sociales, e Iraide nos da otra frescura cuando viene los fines de semana. Por otra parte, las dos colaboran mucho en los showrooms, ya que muchas veces vienen conmigo. Nos lo pasamos bien, es muy divertido.
¿Tienes algún accesorio o prenda que siempre esté presente o que consideres que no puede faltar?
En mi tienda no pueden faltar los pendientes, en este caso, hechos por una mujer pintora que ha dado con una historia comprándose una máquina 3D. Son biodegradables, no pesan, y tienen buen precio. Me parecen una bomba.

Desde comienzos del proyecto, también tenía clara la idea de reservar un espacio para la perfumería Nicho. Es un perfume sutil, de cercanía, vegano, y no contiene alcohol. Es maravilloso.

Después están las mochilas. Cumplen con lo que yo quiero, ya que son colores únicos, pertenecen a una casa vegana, son impermeables, ligeras, y se pueden llevar de distintas maneras.
Y por último, la marca Zubi, la cual me parece imprescindible. Es una venta más difícil, pero quien tiene un Zubi, sabe lo que tiene.

Contacta con Amaia en: @kilima_denda
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